Hoy son tiempos metálicos,
con coherencia e infracciones nos pagadas,
soy metálico y a la vez un pescado empapado de mucha sazón infrahumana,
soy energía metálica en su expresión de apostador,
me gusta apostarle a los cambios diarios,
esos cambios que se queman con el presente,
me empapo de mi propio frío acuático,
el agua es vital para que no implosione y a la vez pueda retornar.